La pandemia ha hecho que nuestras comunidades cristianas renueven su interés en las celebraciones familiares de carácter litúrgico que las familias pueden realizar por sí mismas en sus hogares. La Semana Santa es una oportunidad para vivir nuestra fe en familia y para conectar nuestras devociones familiares con la riqueza litúrgica que estos días sagrados contienen. A continuación se ofrece propuestas de celebraciones familiares para el Triduo Pascual y el Domingo de Pascua.
Marcando el tiempo en el hogar Cuaresma en casa
La Iglesia es una familia de familias. Nuestras comunidades están compuestas por familias que se reúnen para agradecer a Dios por el don de Jesucristo y su obra de salvación en nuestras vidas. Todos participamos en la adoración de la comunidad en virtud del sacerdocio que compartimos por medio del Bautismo con Jesús, nuestro sumo sacerdote. Terminada la celebración comunitaria, las familias que se han reunido en la Iglesia, vuelven a sus hogares a vivir lo celebrado y continuar bendiciendo a Dios. La familia es célula básica y extensión de la Iglesia local en la comunidad. Cada familia es como una iglesia doméstica, que al igual que nuestras comunidades cristianas, se enriquece con los ritmos del año litúrgico y las celebraciones de los misterios de la fe.
La mesa, la sobremesa, la novela, el café después de la comida son momentos sagrados en nuestras familias, porque son espacios donde compartimos la vida y crecemos juntos. Son precisamente estos momentos donde podemos insertar sencillas y profundas experiencias de fe, que nos pueden ayudar a continuar cultivando nuestra espiritualidad como familia.
Jueves Santo
El Jueves Santo ofrece una oportunidad para reflexionar como familia sobre el regalo de la presencia eucarística del Señor y el compromiso con el servicio a los demás que esta presencia implica y que el mandamiento del Señor ordena. Esta celebración puede realizarse alrededor de la mesa, o quizás en la sobremesa, o un momento de compartir especial.
Viernes Santo
El Viernes Santo es uno de los días con mayor peso para nuestras comunidades. Tradicionalmente, para nuestras culturas latinoamericanas, es un día de especial atención al ayuno y la abstinencia. Esto presenta una oportunidad igualmente para solemnizar esta práctica desde la familia. Esta celebración puede realizarse alrededor de la mesa, o quizás en la sobremesa, o un momento de compartir especial.
Sábado Santo
Este es un día de espera y silencio. Es bueno dejar el silencio hablar en este día. El servicio que se ofrece es más corto precisamente por esta razón. Quizás es una oportunidad para observar un momento especial de silencio en la vida familiar, para afinar nuestros sentidos mientras esperamos. Esta celebración puede celebrarse en un momento de compartir especial.
Domingo de Pascua
Este día de fiesta y celebración ofrece una oportunidad especial para solemnizar reuniones familiares que ocurren alrededor de la Pascua. Asimismo, esta celebración puede ser una puerta para extender la alegría de este almuerzo o cena durante el tiempo de la Pascua. Esta celebración puede celebrarse en un momento de compartir especial.