Las niñas, niños y jóvenes de nuestra comunidad regresan a la escuela con mucha emoción y entusiasmo, con la esperanza de conocer nuevos amigos, posiblemente nuevos maestros y vivir nuevas experiencias y esperanzados en ganar este nuevo año, lo cual los va posicionando en un mayor grado superior académico para terminar sus estudios y poder postularse en el campo laboral en el caso de los jóvenes que pronto terminan su ciclo escolar, aunque se han presentado los casos en que niños y niñas al iniciar las clases escolares no han completado sus útiles, por ende, tratamos como iglesia de apoyar a todos los que podamos de acuerdo a nuestras capacidades.
El primer día de clases es fundamental tanto para los docentes como los niños, niñas y jóvenes, ya que todos llegan con la expectativa de conocer e interrelacionarse con otras personas, posiblemente conocidas o desconocidas, por tal motivo es muy bueno generar un ambiente sano, agradable e inolvidable, se abren espacios de romper el hielo, mediante actividades lúdicas y recreativas, esto ayuda abrir espacios de confianza y sabiendo ademas, cuales son sus expectativas para este nuevo inicio de clases y durante todo el año.
Los kits escolares, una manera de servir en nuestras comunidades:
Muchas veces la niñez en nuestras comunidades tiene limitaciones preparándose para iniciar el curso escolar, especialmente con el acceso a útiles escolares. Esta es una oportunidad para que la iglesia, con su capacidad de acogida y convocatoria, ofrezca este servicio a la comunidad.
Al inicio de cada año, exactamente en las celebraciones dominicales y encuentros entre semanas, hacemos los avisos parroquiales invitando a que todos aquellos que estén interesados en donar kits escolares para los niños y niñas más vulnerados. Estos kits se pueden hacer llegar a la parroquia y se ofrecen en el ofertorio de las eucaristías dominicales. Los dones de Dios, para el pueblo de Dios. Asimismo, hacemos cartas y las entregamos a diferentes patrocinadores y negocios del barrio para que se sumen a la causa, logrando así obtener los resultados anhelados y poder cumplir el sueño de nuestros niños y niñas más necesitados.
Esta práctica esta basada en la vivencia comunitaria de que entre todos somos muy ricos y tenemos la capacidad de salir adelante.
Celebración de una Misa Campal
Una Misa Campal es una misa al aire libre, en el campo. La celebramos de esta manera para que todas las familias participen de forma activa y en acción de gracias por un nuevo año escolar que inicia, pidiéndole a Dios que les abra el entendimiento y les de sabiduría a los niños y niñas de nuestra comunidad.
Hacemos un ofertorio especial donde se ofrecen todos los útiles y se bendicen aquellos que luego serán donados. Siempre utilizamos la Fórmula II de la oración de los fieles, invitando a la comunidad a hacer sus propias intenciones. El resultado es que terminamos orando especialmente por cada uno de los niños y niñas por su nombre, implorando de Dios una bendición especial para ellos. De hecho, es muchas veces común que los propios niños hacen sus propias oraciones por las intenciones en sus corazones.
El día concluye con un gran compartir y una fiesta. Es una oportunidad maravillosa para el evangelismo, de acción (con las donaciones) y de palabra (con el compartir gozoso de la razón de nuestro amor).